A mí, que titubeo gangueando
desde el olfato dulce que he perdido,
a mí, préstame oídos, Papá Legba.
Nutre mi verbo y llévalo en tus hombros
A mí, que titubeo gangueando
desde el olfato dulce que he perdido,
a mí, préstame oídos, Papá Legba.
Nutre mi verbo y llévalo en tus hombros