La herida que me marca
se aparece en la noche.
El humo de mi futuro,
rebanado,
A mí, que titubeo gangueando
desde el olfato dulce que he perdido,
a mí, préstame oídos, Papá Legba.
Nutre mi verbo y llévalo en tus hombros
El globo falso
vuela entre negras aves.
Revienta el día.
Antonio Escalante