¿Podemos crear adjetivos uniendo dos o más palabras con signos de guion?

En el caso de la lengua inglesa, es muy común que se inventen adjetivos por medio de la unión de palabras a través de guiones.

No obstante, en español, hacer eso suele ser un error (por lo menos desde el punto de vista de la ortografía normativa).

En general, el inglés ofrece mucha más flexibilidad que el español a la hora de crear adjetivos nuevos con la ayuda del guion.

Por ejemplo, para decir en inglés que una chica tiene los ojos azules, podemos decir que ella es «blue-eyed», pero en español lo normal sería decir que es «de ojos azules», o, tal vez, si queremos ser más creativos, «ojiazulada», pero no «ojeada-azul» u «ojo-azulada».

Es importante, entonces, evitar en español el uso excesivo del guion para unir adjetivos.

Esta práctica errónea tiene su origen, evidentemente, en el gran y constante influjo que el inglés ejerce sobre el español actual.

No obstante, en español sí es correcto, en ciertos casos, usar el guion para unir dos adjetivos.

Dos adjetivos relacionales se pueden unir con un guion cuando se quiere que ambos modifiquen a un mismo sustantivo sin tener que recurrir al uso de «y» o de «o». Por ejemplo, cuando hablamos del conflicto palestino-israelí, de un problema lógico-matemático, o de un curso teórico-práctico.

Según la Ortografía de la RAE (2011, p. 413), «los llamados adjetivos relacionales son los que denotan el ámbito al que pertenece o con el que está relacionado» el susantivo al que modifican. Por ejemplo, adjetivos como empresarial, antropológico, mercante, aristocrático, checoslovaco o venezolano.

Los adjetivos calificativos, en cambio, «son los que denotan cualidades, propiedades o estados de las entidades a las que modifican (valiente, grande, suave, nervioso, caliente, etc.)».

Sin embargo, en la práctica, es más común que los adjetivos relacionales se unan con guion únicamente cuando el primero de los términos del compuesto presenta una forma plena terminada en –o, como en léxico-semántico, rumano-francés.

Por el contrario, se prefiere unir los dos términos en una sola forma univerbal (sin guion) cuando (para realizar esa unión) el primer adjetivo presenta una forma modificada terminada en –o que no coincide con su forma plena: bucodental, sadomasoquista, sociocultural, araboisraelí.

Hay que recordar, además, que al unir dos adjetivos con guion, «el primer adjetivo mantiene su acentuación gráfica y permanece invariable en masculino singular, mientras que el segundo concuerda en género y número con el sustantivo al que se refiere» (Ortografía de la lengua española, 2011, p. 415).

Por otra parte, a menudo el guion no se usa en español para unir dos palabras, sino para hacer separaciones.

Por ejemplo, cuando se quiere dividir en sílabas una palabra: in-quie-tan-te. O cuando se le quiere dar un sentido particular a una palabra, por medio de la separación de una de sus partes: escribir pre-texto, en vez de pretexto, para referirse a un texto previo u anterior, en lugar de a una excusa.

¿Conoces más detalles interesantes relacionados con el uso del guion?

Si también te interesa saber cómo y cuándo usar el signo de la raya (hermana bohemia del guion), te invito a que leas este otro artículo:

¿Cuáles son las reglas del uso de la raya en un diálogo de novela?

Fuentes:

Real Academia Española, Ortografía de la lengua española, Bogotá, Espasa Libros, 2010.

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